En la asamblea de Harridunak celebrada poco antes habíamos fijado el calendario de salidas de
2008 en el que figuraba en primer lugar la localidad de Zerain. Este enclave gipuzkoano ha
conocido una gran actividad minera desde el siglo XI hasta mediados del XX. Las minas de
Aizpea explotaron la conocida como Montaña de Hierro y en su entorno se ubicaron no solo
las minas propiamente dichas sino todo tipo de instalaciones industriales entre las que
destacan los espectaculares hornos de calcinación, necesarios para obtener hierro de la
siderita.

Tanto en labores de interior como en canteras al aire libre se extrajeron miles de toneladas de
mineral lo que ha condicionado y alterado el paisaje de las 150 hectáreas del Coto Minero de
Aizpea.

Tras visitar y conocer más a fondo el proceso de obtención de hierro a partir de carbonatos
fuimos en busca de una de las cortas a cielo abierto existentes en la zona, donde poder buscar
alguna muestra de los minerales que allí se pueden encontrar.

En Zerain no son precisamente los minerales de hierro los más buscados por los aficionados,
sino que el lugar es famoso por sus baritas, galenas y esfaleritas. Es difícil encontrar ejemplares
en un lugar visitado por docenas de aficionados, pero aun así conseguimos algunos ejemplares
de barita bien cristalizados y otras muestras que tras su limpieza en casa esperamos que
ofrezcan alguna agradable sorpresa a sus dueños. Nunca se sabe los que hay tras esa capa de
barro…

Tras una pausa para la comida nos acercamos a la cercana localidad de Urretxu, donde se
celebra su importante feria anual de minerales y donde también se ubica su espectacular
mueso.

El museo Urrelur nació en 1987 y es un excelente ejemplo de colaboración público-privada ya
que surgió gracias al acuerdo entre el ayuntamiento de Urretxu y la familia Aguado-Goñi.

Gracias a esto Urretxu dispone de una de las mejores colecciones de minerales y fósiles de
España y a la vez dinamiza la vida del pueblo atrayendo numerosos visitantes además de
realizar numerosas actividades a lo largo del año y especialmente en la Urrelur Astea que se
celebra todos los años coincidiendo con la feria de minerales.

En esta ocasión tuvimos la suerte de contar con Javier Aguado como anfitrión y guía en el
recorrido por el museo, al que desde aquí le agradecemos la oportunidad que nos dio de
conocer todos los detalles del museo de la mano de su impulsor y alma mater de todo lo que
ha convertido a Urretxu en un referente para los aficionados a los minerales y los fósiles.

Tras la visita al museo dimos por terminada la jornada y regresamos a nuestros respectivos
hogares.